Las tendencias en jardines estarán marcadas por un retorno a la naturaleza. Es la consecuencia lógica de una creciente sensibilidad por el entorno tras el encierro al que nos vimos sometidos con la pandemia. El resultado son jardines más sostenibles y de aspecto natural, donde la base son siempre plantas autóctonas y resistentes a unas condiciones climáticas cada vez más severas.
Salvajes y resilientes: 3 tendencias en el diseño de jardines
Nuevos retos obligan a plantear jardines diferentes, pero no impide que, a nivel estético, estos continúen siendo paraísos para el disfrute y el placer visual.
La ventaja de este tipo de jardines más ecológicos es que no requieren siega y consumen menos agua. Además, podrás elegir especies que estén bonitas todo el año, siguiendo el movimiento New Perennial, inspirado en el trabajo del influyente paisajista holandés Piet Oudolf, que propone jardines con especies perennes plantadas de forma aparentemente casual, imitando la naturaleza salvaje. Veamos esta y otras tendencias en jardines que ya se proponen desde las ferias y los estudios de paisajismo más relevantes.
1. Jardines comestibles
Tener un huerto es una de las tendencias en jardines. Se trata del reflejo de una nueva sensibilidad social que busca una integración más sostenible entre vivienda y paisaje y que promueve el consumo de alimentos saludables. Más allá de macetas con plantas aromáticas frescas (tomillo, el perejil, la menta o el cilantro), sacos de rafia y cajones o mesas de cultivo habituales, a los jardines comestibles se incorpora el color gracias a flores comestibles como la caléndula, la borraja, las violas y la capuchinas. Además, estas atraerán a los animales polinizadores, ayudando a que los jardines comestibles sean abundantes.
Como alternativa en el diseño de este tipo de jardines que suelen acabar con un look demasiado shabby, los profesionales recomiendan jardineras galvanizadas que tienen una estética "de granja" o jardineras de acero inoxidable que son más modernas. El paisajista californiano Christian Douglas es experto en transformar espacios exteriores en jardines bonitos y nutritivos. "Lo ideal es que haya entre seis y ocho horas de luz solar, sobre todo para vegetales como los tomates y los pimientos. Luego, por supuesto, es importante saber cuánto terreno disponible tienes: hay formas de cultivar en horizontal y en vertical para maximizar el espacio, sobre todo, si tienes poco sitio".
2. Jardines salvajes
Lo llevamos viendo desde hace unas cuantas temporadas en el RHS Chelsea Flower Show, el concurso de jardines que organiza en Londres la influyente Royal Horticultural Society (RHS): una de las tendencias en jardines y patios es que se llevan los jardines de aspecto silvestre. Céspedes de pelo largo salpicados de ranúnculos y hierba larga; jardines que casi recuerdan a un paseo por el bosque, con profusión de perifollo verde y flores perennes de tallo alto; hierbas que crecen por entre las piedras del camino, en un caos controlado.
Un ejemplo de este tipo de jardines salvajes es el que se puede visitar en la sede de Vitra en Weil am Rhein, Suiza, del ya mencionado paisajista Piet Oudolf, pionero en reivindicar jardines que imitan la naturaleza salvaje. Suyo es también el diseño de la High Line de Manhattan, el del entorno del museo Chillida Leku y, el más reciente, un diseño inolvidable para la sede de la galería de arte Hauser & Wirth en la isla de Menorca, con herbáceas autóctonas del Mediterráneo.
3. Jardines resilientes
Los jardines con plantas tolerantes contra la sequía y los calores extremos como los que hemos vivido en 2023 también pueden ser exuberantes. La sostenibilidad en los jardines se traduce en favor de campos de gravas, praderas informales con tréboles, cada vez menos césped y zonas con plantas rastreras, pero también en caminos de piedra o loza salpicados del colorido de rosales, salvias y camelias. Destaca el empleo de gramíneas y vivaces multicolores, además de jardines con árboles como el pino, el olivo, el ciprés o el granado, especies resistentes al calor y a las temperaturas extremas, cada vez más habituales en el Sur de Europa.
Fuente: Revista Arquitecture Digest España, por Beatriz González