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Los caseríos tradicionales vasco-navarros construidos en madera CLT

Estas cubiertas, de pronunciada pendiente, están revestidas con madera de pino termotratada, evocando la tradicional teja de madera típica del valle de Aézcoa.

En el pintoresco valle de Aézcoa, en la localidad navarra de Garralda, se erige un conjunto residencial que reinterpreta con sensibilidad la arquitectura tradicional vasco-navarra, construyendo con madera CLT. El proyecto, diseñado por Nazareth Gutiérrez Franco y Rodrigo Núñez Arquitectos, consta de cuatro viviendas distribuidas en dos volúmenes que hablan el lenguaje de su entorno.

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La decisión de fragmentar el programa en dos edificaciones responde a la voluntad de integrarse en el tejido urbano existente, respetando las proporciones y las cubiertas inclinadas características de la zona. Estas cubiertas, de pronunciada pendiente, están revestidas con madera de pino termotratada, evocando la tradicional teja de madera típica del valle de Aézcoa. Este material no solo aporta calidez y textura, sino que también establece una conexión con la memoria constructiva del lugar.

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Contraventanas móviles de madera

Las fachadas principales, acabadas en mortero blanco mediante un sistema SATE, contrastan sutilmente con la madera de las cubiertas y las contraventanas de las galerías. Esta elección cromática y material otorga al conjunto una identidad propia, fusionando tradición y modernidad. Las contraventanas móviles de madera no solo sirven como elementos de protección solar, sino que también permiten modular la privacidad y la relación visual con el entorno, adaptándose a las necesidades de los habitantes.

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Madera y sostenibilidad

En el interior, cada volumen alberga dos viviendas: una en planta primera y otra en bajocubierta, reservando la planta baja para espacios comunes. Esta disposición favorece la flexibilidad y adaptabilidad de los espacios, permitiendo diversas configuraciones según las necesidades de los usuarios. La estructura de madera contralaminada se limita a las fachadas y particiones con elementos comunes, facilitando posibles modificaciones futuras y promoviendo la sostenibilidad en la construcción.

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El proyecto ha sido reconocido en la XVI Bienal Española de Arquitectura y Urbanismo, destacando su capacidad para reinterpretar la arquitectura vernácula y su compromiso con la calidad habitacional. Esta intervención demuestra cómo es posible, desde la contemporaneidad, rendir homenaje a la tradición constructiva local, creando espacios que responden a las necesidades actuales sin renunciar al diálogo respetuoso con el pasado y el entorno natural.

Fuente: Despierta y Mira

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