Cambiar las ventanas de una vivienda es algo muy recomendable en la mayoría de las reformas. Muchas veces pensamos que una ventana es buena o mala en función de cómo funciona, de si está bien conservada y de si tiene doble vidrio (o “climalit” como se le llama casi siempre). La realidad es que ninguno de estos factores garantiza que estemos ante una buena ventana.
¿Qué es mejor, ventanas de PVC o de aluminio?
Uno de los grandes avances en las ventanas de aluminio fue la incorporación de la rotura de puente térmico, ¿cómo funciona el con PVC?
El vidrio doble (Climalit es solo una de las marcas de este tipo de vidrio) está inventado desde mediados del siglo XX y, como podréis imaginar, no tienen nada que ver los primeros vidrios de este tipo que se instalaron con los que se instalan hoy en día, no se pueden comparar.
En cuanto al marco de la ventana, que sea de aluminio, tenga buen aspecto y abra y cierre bien, no garantiza que sea una buena ventana. Uno de los grandes avances en las ventanas de aluminio fue la incorporación de la rotura de puente térmico, una mejora que se dio también a mediados del siglo XX. Sin embargo, en España, dado que tenemos un clima más agradable, se siguieron instalando ventanas sin rotura de puente térmico durante la primera década del siglo XXI (años 2003, 2004…). Incluso hoy en día se habla de la rotura de puente térmico como algo muy novedoso, cuando no lo es.
Lo que queremos subrayar es que, casi con total seguridad, si compramos una vivienda de segunda mano, va a ser recomendable cambiar las ventanas. Gran parte de la energía de una vivienda se pierde por las ventanas.
Y puestos en esta tesitura, si tenemos que cambiar las ventanas ¿qué ventanas son mejores, las de PVC o las de aluminio? Para analizar qué tipo ventana es mejor, hemos estudiado la ficha técnica y los datos de ensayos de unas ventanas aluminio y otras de PVC, de apertura abatible, de la misma categoría y de un mismo fabricante. Para la comparativa, hemos elegido un fabricante nacional que comercializa ventanas de aluminio y también de PVC. Analizaremos la ficha técnica y propiedades de una perfilería de PVC y otra de aluminio, ambas con el Certificado Passivhaus. De entrada, os podemos asegurar que cualquiera de las dos opciones será mucho mejor que las ventanas instaladas en una vivienda de segunda mano (a no ser que se hayan cambiado muy recientemente y hayan decidido hacer una buena inversión en ventanas).
El material
Antes de analizar las ventanas, debemos saber qué es el PVC y qué es el aluminio.
El PVC es policloruro de vinilo, esto es un plástico cuyos componentes provienen del petróleo (un 43% del total) y de la sal (un 57% del total). Su dependencia del petróleo nos hace preguntarnos la viabilidad a largo plazo de la producción de PVC y su sostenibilidad. El PVC se puede reciclar, pero pierde propiedades, no se puede reciclar una ventana de PVC para hacer otra ventana de PVC idéntica. Por otro lado, su coste de producción no es muy alto (sobre todo si lo comparamos con el coste de producción del aluminio), situándose según datos del Banco Mundial en 49,2 MJ/kg.
El aluminio es un metal que se extrae principalmente de la bauxita. En contraste con el PVC (y su dependencia del petróleo), el aluminio es uno de los elementos más abundante de la corteza terrestre. Además, es un material totalmente reciclable que no pierde propiedades en el proceso. En el caso de las ventanas de aluminio, si que podríamos reciclar una ventana y con el material extraído hacer otra ventana nueva idéntica y de la misma calidad. Sin embargo, el coste de extracción y producción del aluminio es muy elevado (se necesitan 188 MJ/kg), casi cuatro veces el coste de producción de 1 kg de PVC. A pesar de ello, la energía necesaria para reciclar aluminio es solo un 5% de la necesaria para producirlo por primera vez y actualmente en torno al 30% del aluminio en circulación por el mundo es reciclado.
Ahora ya sabemos que las ventanas de PVC son de plástico y las ventanas de aluminio son de metal, vamos a ir analizando sus características para ver cuál de las dos tiene mejores propiedades, proviniendo ambas ventanas de un mismo fabricante y teniendo ambas el certificado Passivhaus (certificado que ya de partida nos indica que cualquiera de las dos ventanas es de gran calidad).
Aislamiento térmico
Uno de los principales parámetros a conocer sobre una ventana para saber si aísla más o menos es la transmitancia térmica. Este dato nos indica cuanta energía se pierde a través de la ventana, por lo tanto, cuanto más baja sea la cifra, mejor es la ventana, porque pierde menos energía.
Como podemos ver, ambas ventanas están muy igualadas y tienen un comportamiento térmico muy bueno. También hay que tener en cuenta que la transmitancia térmica general de una ventana depende en gran medida del vidrio con el que vaya equipada. Una ventana con una transmitancia general de 1,30 W/m2*K ya es una muy buena ventana, con lo que, teniendo en cuenta que el vidrio alcanza fácilmente una transmitancia inferior al marco, este dato de partida de transmitancia del marco cercana a 1 W/m2*K es excelente, tanto en la ventana de PVC como en la de aluminio.
El aislamiento acústico de las viviendas es un tema al que cada vez se le da más importancia. En este parámetro, cuantos más decibelios de ruido sea capaz de reducir la ventana, mejor. El aislamiento acústico de una ventana depende en gran medida del vidrio de la misma. Usar vidrios con diferentes espesores y con láminas intermedias mejorará en gran medida la atenuación acústica de la ventana.
El aislamiento acústico del modelo de ventana de PVC y del modelo de ventana de aluminio es el mismo. Cualquiera de las dos ofrece un buen aislamiento del ruido.
Permeabilidad al aire
Una cosa es la energía que se transmite a través del propio material y componentes del marco (transmitancia térmica) y otra las filtraciones de aire que se pueden producir entre el marco y las hojas de la ventana, o incluso entre el vidrio y la ventana. De nada sirve una ventana con muy buena transmitancia térmica si después no es estanca al aire, porque entonces se nos escapará una buena parte de la energía de nuestra vivienda.
En las ventanas que estamos analizando, ambas alcanzan la clase 4 de estanqueidad al aire, que es la más alta que hay. Es decir, son ventanas, tanto la de aluminio como la de PVC, muy herméticas.
Permeabilidad al agua
La permeabilidad al agua de una ventana también es un dato importante, aunque, dependiendo de donde vivamos, nos preocupará más o menos. Si vivimos en el norte de España, donde las lluvias son frecuentes, hay que prestar atención a esta característica. También es un parámetro importante si vivimos en un lugar con lluvias escasas pero torrenciales, porque, aunque llueva poco, puede que cuando llueva mucho de golpe entre agua en la vivienda.
Debemos saber que las ventanas no son totalmente herméticas al agua. Cuando llueve mucho, el agua puede llegar a penetrar en su perfilería, la cual está preparada para desaguar ese agua hacia el exterior. Pero cada ventana tiene un límite de agua que puede desaguar y si se supera ese límite (en ventanas muy expuestas, en un día de lluvia muy fuerte se pueden superar estos límites) el agua que entra en la ventana no desagua lo suficientemente rápido y acaba saliendo por donde puede, y esto puede ser hacia el interior de nuestra casa.
El tamaño de la perfilería está más relacionado con la estética y no afecta realmente a la calidad de la ventana. Generalmente, se tiende a intentar reducir al mínimo el marco de la ventana para que haya la mayor cantidad de vidrio posible.
Aunque se suele pensar que los perfiles de aluminio son más pequeños que los de PVC, en este análisis vemos que no siempre es así, siendo en este caso el perfil de PVC 13 milímetros más pequeño que el de la ventana de aluminio. Un perfil más pequeño, aparte de resultar más estético, conlleva más entrada de luz, radiación solar y una mayor conexión visual con el exterior.
Peso que soportan
El peso que soporta una ventana es importante de cara a saber si ese modelo de ventana podrá aguantar la carga del vidrio que le vamos a colocar. El vidrio es la parte más pesada de una ventana y más en los últimos años que se está normalizando la utilización de vidrios triples o de vidrios dobles formados por múltiples capas, mucho más pesados que un vidrio simple. Por eso este dato es importante, porque no todas las ventanas van a poder soportar el vidrio con el que las queramos equipar.
Como era de esperar, el aluminio soporta bastante más carga que el PVC. Esta es la razón de que las ventanas grandes (con apertura abatible), a partir de cierto tamaño, sea preferibles hacerlas de aluminio. Una ventana de aluminio soporta un vidrio mucho más pesado que una ventana de PVC. En ventanas pequeñas no tendremos ningún problema con que sean de PVC, pero en ventanas grandes nos podemos encontrar con que no sean capaces de soportar el peso de un vidrio triple de grandes dimensiones (un vidrio triple puede pesar más de 40 kg/m2).
Durabilidad
La durabilidad de las ventanas también es un asunto importante. En este punto el PVC ha tenido una mala fama durante años ya que se decía que amarilleaba con el tiempo. Hablamos de dos industrias muy potentes y es complicado encontrar información fiable al respecto. Desde nuestro punto de vista como arquitectos, podemos dar una serie de datos objetivos:
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En general, tanto los fabricantes más importantes de ventanas de PVC, como los de aluminio, no garantizan durante más de 10 años el acabado exterior de sus ventanas. Tampoco se suele garantizar, en ninguno de los dos sectores, durante más de 10 años la ventana en sí misma. En todo caso, después de muchos años prescribiendo en nuestros proyectos ventanas, tanto de aluminio, como de PVC, nunca hemos observado ningún problema con los acabados ni con los mecanismos (tanto en aluminio como en PVC, siempre hemos seleccionado ventanas de alta calidad).
El aluminio es un metal, un material mucho más resistente que el PVC. Además, el aluminio es un elemento de la tabla periódica, es decir no está alterado (se suelen usar aleaciones, pero su composición es muy estable). Con lo que, a muy largo plazo (más de 50 años), es de esperar que las ventanas de aluminio puedan resistir mejor el paso del tiempo que las de PVC.
Precio
Por último, uno de los parámetros más determinantes es el precio. A igualdad de características y propiedades, las ventanas de aluminio suelen ser siempre más caras que las de PVC. Esto se debe a que el proceso de extracción/reciclaje del aluminio es más cotoso y a que la fabricación de ventanas de aluminio es más compleja.
Si recurrimos a un mismo fabricante y hacemos una comparativa de precio entre unas ventanas de aluminio y otras de PVC con las mismas prestaciones, casi con total seguridad serán más caras las ventanas de aluminio. Esta es una de las principales razones de que actualmente muchas personas se decanten por las ventanas de PVC, porque se obtienen muy buenas prestaciones con un precio más ajustado.
Conclusión
Hoy en día encontramos mucha información confusa en torno al PVC y al aluminio. Ambas son industrias muy potentes en el mercado de las ventanas y en internet se encuentran todo tipo de afirmaciones en diferentes páginas web, soportadas por las principales marcas y asociaciones de una industria u otra.
La realidad es que podemos conseguir unas ventanas igual de buenas en aluminio y en PVC. A igualdad de características (tamaño, prestaciones, acabado, vidrio, etc.) las ventanas de PVC deberían ser más económicas que las de aluminio, sobre todo si tienen un mismo fabricante (como el caso analizado en este post). El precio más reducido es la gran ventaja del PVC frente al aluminio.
El aluminio es un material de por sí más resistente pero muy caro de producir. Por otro lado, la industria del reciclaje de aluminio está muy desarrollada, requiere mucha menos energía, y es un material que se puede reciclar infinitas veces sin perder propiedades. No es lo mismo reciclar aluminio que PVC. EL reciclaje de PVC está limitado por normativa y, actualmente, no se puede hacer una ventana compuesta al 100% de PVC reciclado. Con estos datos, aunque el PVC requiere de mucha menos energía de fabricación, su sostenibilidad a largo plazo es cuestionable porque depende del petróleo, un recurso cada vez más escaso.
Desde nuestro punto de vista, en la actualidad, ambos tipos de ventana están muy igualados, tanto en prestaciones, como en sostenibilidad. Pero, si en un futuro se pudiera reciclar aluminio con energía 100% renovable, sin duda esta opción sería la más sostenible porque, a diferencia del PVC, es un recurso abundante en la corteza terrestre y se puede reciclar de manera indefinida
Fuente: Arrevol