Las ciudades del futuro han sido llevadas a la ficción en incontables ocasiones y permanecen en el imaginario colectivo como ciudades futuristas con elementos tecnológicos impensables. No obstante, en el futuro las ciudades experimentarán un regreso al origen. Moldeadas por diversos factores, como el crecimiento demográfico, la tecnología emergente, la sostenibilidad o la calidad de vida de sus habitantes, las urbes de los próximos años pondrán el foco en pequeños detalles que les devolverán la esencia del urbanismo primigenio, integrando factores innovadores y haciendo, por supuesto, uso de las nuevas tecnologías.
Las ciudades del futuro: cómo va a cambiar el urbanismo en los próximos años
Ciertas ciudades, como Copenhague, ya están modificando su urbanismo, poniendo el foco en la calidad de vida y posicionándose a la vanguardia.
Por ejemplo, ciertas ciudades, como Copenhague, ya están modificando su urbanismo, poniendo el foco en la calidad de vida de sus ciudadanos y posicionándose a la vanguardia de la planificación urbana.
Tendencias en el urbanismo futuro
Tecnología e innovación
Que en el futuro las urbes tengan cabida para la naturaleza o la sostenibilidad, no implica que el urbanismo ignore las nuevas tecnologías que mejoran la vida de los ciudadanos.
Por eso, las ciudades del futuro integrarán la tecnología inteligente en la infraestructura de la planificación urbana. Las urbes serán, por tanto, ciudades inteligentes, donde la conexión digital y los sistemas automatizados permitirán una gestión más eficiente de los recursos y servicios.
Esto incluye desde el uso de sensores para monitorear el tráfico y mejorar la movilidad, hasta la implementación de sistemas de energía renovable y gestión inteligente de residuos. La tecnología se pone, por tanto, a servicio de la calidad de vida de los ciudadanos, convirtiendo a su vez las urbes en lugares más sostenibles y resistentes.
Ciudades diseñadas para los peatones, no para los vehículos
La planificación urbana del futuro partirá de una premisa muy evidente: la de mejorar la vida de las personas. Por eso, las ciudades se están alejando de los diseños orientados al automóvil y están priorizando el transporte público, las bicicletas y los espacios peatonales. Este enfoque se centra en crear ciudades caminables, con una mayor integración de áreas residenciales, comerciales y de recreación. Con medidas como la ciudad de los 15 minutos –que parte de la premisa de tener a una distancia máxima de 15 minutos a pie o en transporte todos los servicios mínimos- se espera que los diseños urbanos fomenten la interacción social, la cohesión comunitaria y la accesibilidad universal.
Sostenibilidad como premisa para las ciudades del futuro
Por supuesto, la sostenibilidad marcará la forma de planificar y construir los próximos años.
La ONU estipuló en sus Objetivos de Desarrollo Sostenible una serie de hitos que debemos conseguir si queremos revertir el cambio climático. El urbanismo se convierte, por tanto, en agente indispensable para lograr dichos objetivos.
Las ciudades del futuro tendrán como propósito reducir la huella ecológica y mejorar la eficiencia energética. Diseñadas para minimizar el consumo de recursos, promover la conservación de la biodiversidad y mitigar los efectos del cambio climático, se implementarán, por ejemplo, sistemas de ciclo circular -creando así urbes capaces de abastecerse energéticamente a sí mismas- edificios con certificación LEED y sistemas de agua pluvial, entre otros sistemas.
Además, la construcción y rehabilitación de edificios tendrá como eje la eficiencia energética mediante la ejecución de arquitectura pasiva y bioclimática, el uso de materiales naturales o reciclados, la aplicación de equipos inteligentes que permitan abastecerse de energías renovables y la utilización de soluciones de aislamiento técnico.
Creación de espacios verdes
De la mano de la sostenibilidad va la preservación de los espacios naturales. Estas áreas donde la naturaleza tiene cabida, transformarán las ciudades devolviéndolas a su estado iniciático. En las últimas décadas las ciudades se han expandido a lo ancho y a lo alto, haciendo desaparecer la mayoría de ecosistemas y zonas naturales. No obstante, numerosos estudios demuestran que los espacios verdes no solo ayudan a combatir la contaminación, sino que mejoran la interacción social de los ciudadanos y su salud, tanto física como mental. Por tanto, es deber de las ciudades del futuro el integrar más espacios naturales que convivan con las nuevas construcciones y permitan a los ciudadanos interactuar con la naturaleza en su día a día.
Urbanismo inclusivo y accesible
Por último, el urbanismo del futuro ha de garantizar un diseño inclusivo y unas condiciones que propicien la equidad social. Las ciudades han de ser lugares donde todas las personas, sin importar su edad, género, capacidad o estatus socioeconómico, puedan vivir y prosperar. Se espera, por tanto, que las ciudades del futuro ofrezcan viviendas asequibles, espacios públicos accesibles, servicios de salud y educación de calidad para todos.
La diversidad y la inclusión serán consideraciones clave en el diseño urbano y en la creación de comunidades fuertes y cohesionadas. Por tanto, en el futuro, las urbes dispondrán de una configuración urbana más productiva y socialmente integradora. Mediante algunas iniciativas básicas como la eliminación de las barreras arquitectónicas o la formación del personal público en materia de inclusión y accesibilidad, las ciudades se transformarán en espacios amables e integradores.
En definitiva, las ciudades del futuro estarán diseñadas con dos objetivos claros: el de mejorar la vida de sus ciudadanos y el de reducir el impacto medioambiental de los últimos años. Con una planificación centrada en las personas, la sostenibilidad y la equidad social, los planificadores urbanos, arquitectos y líderes gubernamentales habrán de trabajar juntos para diseñar ciudades vibrantes, sostenibles e inclusivas para todos.
Fuente: Estudio 022