Aunque los materiales que se utilizan para construir nuestros techos son súper resistentes, el paso del tiempo y los factores climáticos los deterioran, provocando fisuras y grietas que pueden generar filtraciones, goteras y manchas de humedad. Por ello es clave impermeabilizar correctamente y realizar mantenimientos periódicos en todas nuestras obras.
Techos y su impermeabilización
El paso del tiempo y los factores climáticos pueden percudir los techos, provocando goteras, filtraciones y humedad.
¿Qué es un impermeabilizante? Cómo impermeabilizar techos
Es un material que impide el paso del agua a través suyo, actuando como un paraguas sobre la superficie que protege. Cada uno de los productos cumple una función diferente y tiene una vida útil limitada y especificada por los fabricantes. Esta fecha es clave, ya que si realizás mantenimientos periódicos, podés alargar la durabilidad de tu protección y mantener tu espacio perfecto por más tiempo.
Sistema asfáltico: lo mejor para impermeabilizar techos
El sistema asfáltico es un sistema de impermeabilización integral que se utiliza para prevenir filtraciones de agua y humedad en todo tipo de obras. Este sistema está compuesto por 3 etapas y proporciona el tratamiento más efectivo. Estas son:
Imprimación asfáltica
Si no sabés cómo impermeabilizar techos, éste es un paso clave, ya que garantiza la adherencia a la superficie. Puede colocarse en forma de pintura asfáltica o emulsión asfáltica, según las características del techo.
Membrana asfáltica
Lo más efectivo para mantener tu obra libre de humedad. Viene en distintos grosores y composiciones que se aplican según el uso del techo y su forma. Si es una terraza que se utiliza cotidianamente, te conviene pensar en una membrana geotextil. Si se trata de una superficie con muchas elevaciones y desniveles, quizás te convenga una membrana líquida.
Terminación
La pintura asfáltica aluminizada se utiliza fundamentalmente para proteger el exudado entre los rollos de membrana; es decir, para garantizar que no haya filtraciones entre las uniones de las placas.
En muchos casos se opta por llevar a cabo una o dos de las etapas mencionadas anteriormente para abaratar costos. Sin embargo, te sugerimos que las implementes en su totalidad. Es una inversión mayor, pero a largo plazo es la mejor manera de garantizar que tu construcción esté protegida.
Aplicación: cómo impermeabilizar techos
Preparación de la superficie
Antes de ponerte manos a la obra, asegurate de que tu techo esté en condiciones de empezar el tratamiento.
- Eliminá polvo, grasitud y suciedad.
- Comprobá que la superficie esté seca
- Trabajá sobre un terreno firme, plano, liso y uniforme. Renová todo el material que esté húmedo o percudido.
- Asegurate de que el techo tenga la pendiente adecuada y desagües necesarios.
- Eliminá todo tipo de baches o desniveles que puedan provocar el estancamiento de agua sobre la membrana.
Imprimación: cómo aplicar pintura o emulsión asfáltica
En este paso vas a garantizar la correcta adherencia de la membrana a tu techo. Además funciona como sellador de poros y microfisuras en la superficie.
Podés usar pinceles, rodillos, lampasos o secadores, dependiendo de las características del techo. Dos manos del producto son suficientes para una buena cobertura.
Instalación de la membrana
Para garantizar el máximo de tu membrana, te sugerimos el pegado completo para asegurar su mayor resistencia y durabilidad.
Instalá los rollos en sentido perpendicular a la dirección de la pendiente de desagote, comenzando por la parte más baja hasta la más alta, solapando los rollos para evitar fltraciones en las juntas.
Comenzá por la impermeabilización de los bordes de los desagües, aplicando un recorte de membrana como refuerzo para revestir el interior del embudo.
Luego colocá el primer rollo cubriéndolo y realizá en ese sector de la membrana un corte en cruz. Pegá sobre el embudo los triángulos resultantes del corte para impermeabilizar bien la bajada.
Calentá la cara inferior de la membrana con un soplete para fundir el polietileno antiadherente y en menor medida el asfalto.
Desenrollá el rollo a medida que lo vayas adhiriendo sobre la supercie, haciendo una leve presión sobre el revestimiento de la membrana.
Finalmente, colocá el segundo rollo superponiéndolo sobre el primero, realizando un solape de 8 cm de ancho como mínimo.
Sellado de las juntas
Una vez adherido el segundo rollo, realizá el sellado de las juntas. Chequeá que el asfalto desborde para evitar filtraciones entre rollos. Te sugerimos que para este paso uses una cuchara metálica calentada con el soplete, para lograr una distribución homogénea del asfalto exudado y un acabado continuo y prolijo.
Continuá con los rollos a lo largo de todo tu techo hasta completar la tarea.
Fuente: Familia Bercomat