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Reformas: en qué fijarse antes de comprar una casa antigua

Lo habitual es que quieras hacer reformas para adaptar los espacios y los acabados antiguos tanto a tu forma de vida como a tus gustos.

Encontrar la casa perfecta no es una tarea fácil. Aspectos como el tamaño, la ubicación o el precio deben alinearse para que nos decantemos por una u otra opción, pero también el estado de la misma, ¿nueva o de segunda mano? En el primer caso, poco podemos añadir pues será de estrena. En el segundo, lo habitual es que quieras hacer reformas para adaptar los espacios y los acabados antiguos tanto a tu forma de vida como a tus gustos. Si perteneces a este último grupo, antes de dar el sí definitivo a esa casa debes ser cuidadoso y revisar, tal y como hacemos nosotros cuando acompañamos a nuestros clientes, cada uno de los aspectos que te contaremos a continuación para evitar sorpresas de última hora y que tu reforma soñada se pueda realizar sin ningún contratiempo.

Lo perfecto sería que un profesional te acompañara ese día, pero si no cuentas con esa posibilidad, esto es lo que debes tener en cuenta:

1 Plano de la vivienda

Resultará de gran ayuda disponer de un plano con las dimensiones principales de la vivienda para estudiar qué posibilidades tiene de forma más exhaustiva, si resulta fácil adaptar lo existente a tus preferencias, o si por el contrario no encaja con la reforma que tienes en mente. Aunque la propiedad o la inmobiliaria te faciliten uno, no está de más que el día de la visita tomes las medidas básicas de cada estancia (ancho x largo) y lo dibujes con calma para comprobar que no existe nada raro. Nosotros siempre lo hacemos. Sin excepción.

2 Patrimonio y normativas locales

Si no quieres sorpresas, antes de comprar una vivienda antigua (o no tanto) es importante que solicites en el municipio toda la documentación (ordenanzas municipales, patrimonio…) que pueda existir relacionada con tu futura casa. Muchos edificios en los centros de las ciudades cuentan con algún grado de protección que debe tenerse en cuenta (en algunos casos incluso las distribuciones interiores deben respetarse). Por ejemplo, en una de nuestras reformas, la fachada estaba protegida pero era necesario cambiar las ventanas, pues las originales se encontraban en muy mal estado. Dado que se debía respetar el diseño original de la fachada, tuvimos que fabricar un modelo exactamente igual a las primeras, que eran de madera natural. Como imaginarás, supuso un sobrecoste.

Todos los puntos que vamos a tratar en este post son importantes, pero este puede llegar a ser, sin duda, uno de los más restrictivos.

3 Estructura de la vivienda

La estructura original de la vivienda puede condicionar las actuaciones que quieras realizar en ella, pues no es lo mismo que esté compuesta por muros de carga (difícilmente modificables) o por pilares (lo más extendido aunque se trate de un edificio antiguo). Estos últimos permiten demoler la tabiquería prácticamente al completo sin que la estabilidad de la casa se vea comprometida y, por tanto, rediseñar la distribución interior fácilmente si es necesario ajustarla.

4 Altura de los techos

Muchas veces se descuida la altura libre de la vivienda por desconocimiento, pero se trata de un punto que debe ser comprobado. En las reformas solemos recomendar la instalación de un falso techo que facilite el paso de todas las instalaciones, así como la posibilidad de utilizar iluminación empotrada si se quisiera. Lo mínimo que ocupan, para que resulten útiles, es alrededor de 20 cm si nuestra intención consiste en no incluir instalaciones de mayor envergadura, como por ejemplo aire acondicionado por conductos (en lugar de splits). Así que, cuando visites la casa que te gustaría comprar, comprueba la altura libre de cada habitación y golpea con los nudillos para saber si existe o no falso techo. Después, haz un cálculo sencillo para conocer cuál será la altura final tras la reforma y si estás conforme con ella.

5 Humedades

Las humedades son delicadas, pues su reparación casi nunca es inmediata. El comportamiento del agua es impredecible y puede costar varios intentos fallidos antes de encontrar el foco del problema. Por ello, te aconsejamos que revises con lupa cada pared, cada ventana y cada techo para detectar posibles fugas e investigar su procedencia. Si puedes evitarlas, mejor, pues su presencia no es buena señal en ninguna casa. Además, cuenta con que en inmuebles viejos existen altas probabilidades de que las tuberías de agua estén dañadas.

6 Instalaciones

Antes de terminar la visita te aconsejamos que revises con detenimiento las instalaciones existentes. Los problemas más comunes en las casas antiguas suelen ser la presión baja del agua (pregunta si puedes abrir los grifos para comprobarla), la posición de las bajantes (ya que, en caso de necesitar un baño extra o modificar la posición de los existentes, pueden ser restrictivas) y la salida de humos (puesto que si se quiere una campana extractora con salida al exterior, esta condicionará la posición de la cocina).

7 Estado de las zonas comunes

Por último, presta atención al estado de conservación del portal, de las escaleras y de los pasillos de acceso, pues te dará una pista de cómo son los vecinos y la comunidad. También el tamaño de las mismas, que a veces puede influir en cómo transportamos los elementos más voluminosos al interior de la casa durante y tras la reforma (por ejemplo, un armario o un sofá).

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