Poliuretano y eficiencia energética en la rehabilitación

El poliuretano es uno de los materiales aislantes más eficientes, con una conductividad térmica muy baja. Así, resulta un valioso aliado para eliminar puentes térmicos, infiltraciones de aire y aislar térmicamente las envolventes de los edificios, responsables de buena parte de las pérdidas de energía.

Para lograr la eficiencia energética en la rehabilitación de edificios, la mejor decisión es emplear espuma de poliuretano rígida en cualquiera de sus formatos.

Con este material aislante no se reduce espacio habitable del interior de los edificios, puesto que con un espesor mínimo el poliuretano alcanza los niveles de aislamiento exigidos por el Código Técnico de Edificación (CTE). Su instalación es sencilla y no exige una gran obra, por lo que apenas afecta a la vida de las personas usuarias.

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Una solución de aislamiento adaptada a todas las necesidades

Todos los productos de poliuretano, ya sean inyectado, proyectado, en forma de paneles sándwich o de planchas, son garantía de adaptabilidad a todo tipo de espacios y exigencias.

Asimismo, al aislamiento térmico hay que sumar su calidad como sistema eficaz para impermeabilizar fachadas frente al agua, a la vez que permite que transpiren.

Para conseguir edificios eficientes es necesario emplear soluciones de aislamiento duraderas y que mantengan sus prestaciones intactas el mayor tiempo posible. De lo contrario, se transformarán en un nuevo foco de pérdida de energía. Es el caso del aislamiento de poliuretano, que posee una larga vida útil. Lo convierte en una opción rentable y con un impacto ambiental muy bajo. A todo esto hay que añadir que su aplicación apenas genera residuos.

En resumen, el poliuretano debe estar presente siempre que la eficiencia energética en la rehabilitación de edificios y el ahorro sean tenidos en cuenta.

Fuente: IPUR