Artículos Técnicos | Poliuretano | Eficiencia energética | Construcción eficiente

Poliuretano, ¿cómo se recicla?

Uno de los mitos en torno al poliuretano es que no es reciclable, y nada más lejos de la realidad.

El poliuretano es un material sostenible, puesto que su gran capacidad aislante permite un relevante ahorro energético en las edificaciones. Esto redunda en una mayor eficiencia energética, así como en la reducción de emisiones contaminantes. Cabe destacar que los residuos de aislamiento de poliuretano no son peligrosos, si bien tienen demasiado valor como para acabar en el vertedero. ¿Cómo se recicla el poliuretano y qué beneficios se obtiene de su tratamiento? Lo explicamos a continuación.

El reciclaje del poliuretano es posible y muy rentable

Uno de los mitos en torno al poliuretano es que no es reciclable, y nada más lejos de la realidad. Tanto el poliuretano como la espuma de poliuretano se reciclan, aunque la tendencia a utilizar formatos prefabricados como los paneles evita, en gran medida, la generación de residuos.

Es más, es muy probable que los componentes empleados para fabricar el poliuretano ya provengan del reciclado químico.

Por otro lado, también es posible la reutilización una vez que acaba la vida útil del poliuretano. Se calcula que entre el 5% y 10% de los residuos de poliuretano de la construcción se reutilizan.

Pero no hay que perder de vista que, para un tratamiento óptimo, es conveniente destinar los residuos tanto al reciclaje como a la recuperación y a la generación de energía.

¿Cómo se recicla el poliuretano, dónde y con qué fines?

Hay varias soluciones, en función del tipo de producto y del recurso que se obtenga con su transformación:

  • Reciclado de los paneles sándwich: de ellos se puede extraer, además del material aislante, el material de las capas exteriores. El poliuretano se recicla en plantas de reciclado de nevera, mientras que el acero se recupera en una trituradora.
  • Reciclado químico: este proceso tiene mucho que aportar a la optimización de recursos y a la gestión de residuos. El reciclado químico es propio de los plásticos, y con él se genera la conversión de los poliuretanos para producir polioles. Estos tendrán una aplicación nueva que puede alcanzar hasta el 30% de los polioles del nuevo producto, sin afectar por ello a su calidad. El reciclado químico de poliuretano se consigue a través de la hidrólisis, la aminólisis y la glicólisis. De esta última hay algunas plantas en Europa, responsables del proceso de residuos de producción.
image.png
  • Generación de energía: si no se pueden aprovechar los residuos de espuma de poliuretano de otra forma, una alternativa es dedicarlos a la recuperación de energía. Es muy útil en incineradoras que producen electricidad, pero también en procesos industriales y hasta para producir calor para edificios. En Europa se estima que la mitad de los residuos de poliuretano se destinan a producir electricidad de forma sostenible.
  • Producción de material de embalaje para productos de poliuretano.
  • Otros productos reciclados:se puede transformar para fabricar superficies de patios de colegios, mobiliario, encimeras, barcos, camiones, paneles de alta densidad para sustituir a la madera…

También se estudian otras aplicaciones del poliuretano reciclado, como por ejemplo incorporarlo en la fabricación de paneles de aislamiento, para inyectarlo en paredes o para aportar aislamiento al mortero y el hormigón.

Fuente: IPUR

Dejá tu comentario