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El poliuretano en nuestra vida: el aislamiento acústico

La espuma de poliuretano es una buena opción como aislante de ruido, ya que se trata de un excelente aislante acústico.

La espuma de poliuretano es una excelente solución para absorber los ruidos e insonorizar viviendas, locales de ocio y fábricas.

Un tercio de los hogares españoles padece molestias por ruidos procedentes del exterior o del interior de las propias viviendas.

La espuma de poliuretano es una buena opción como aislante de ruido, ya que se trata de un excelente aislante acústico. Consigue una gran efectividad en la absorción de ruidos e insonorización de la vivienda.

Propiedades acústicas

Según un estudio del Instituto de Ciencias de la Construcción Eduardo Torroja, dependiente del Consejo Superior de Investigaciones Científicas, Ciencia e Investigación (CSIC), sus propiedades acústicas se deben fundamentalmente a su capacidad de sellado, que proporciona muy buenos resultados en el aislamiento frente al ruido aéreo, ya no solamente en viviendas en núcleos urbanos, sino también en discotecas, cafeterías, fábricas, y otros lugares donde se alcanzan altos niveles de ruido.

El coeficiente de dilatación de la espuma rígida es casi cinco veces superior al del cemento, si bien una vez curada la espuma se puede cortar el sobrante, lijar o pintar. Otras de las ventajas de las espumas de poliuretano son su peso reducido y su ausencia de goteo en caso de incendio.

En cuanto a sus propiedades como aislante acústico, la espuma más adecuada es la de baja densidad y celda abierta, ya que está específicamente diseñada para este tipo de trabajos. Las espumas de celda cerrada son óptimas para el aislamiento térmico, por lo que se puede recurrir a una combinación de ambos tipos para conseguir mejores resultados en aislamiento térmico y acústico.

Estas características hacen que la espuma de poliuretano sea un recurso cada vez más utilizado en el sellado de puertas, ventanas y saneamientos, así como en las paredes y muros. Incluso en temperaturas extremas (entre -50ºC y 110ºC) mantiene sus propiedades técnicas. Se debe tener cuidado, eso sí, al aplicar la espuma, ya que se adhiere a cualquier elemento que entre en contacto con ella. Es aconsejable proteger las zonas cercanas para que esto no ocurra.

Fuente: IPUR

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