Símera adopta el concepto light as a formgiver como parte esencial de su diseño, donde la luz no solo ilumina el espacio, sino que también esculpe sus formas, crea un ambiente de tranquilidad y realza la experiencia multisensorial del café, dejando una impresión duradera en todos aquellos que lo experimentan.
Símera Coffee Shop: La luz como narrativa espacial
Un proyecto de iluminación que guía, destaca y envuelve en una atmósfera minimalista y confortable a travez de una luz que cuenta historias.
El elemento guía del espacio es la luz que se extiende por los muros, una luz que recibe a los usuarios y se se convierte en su guía hacia la barra principal.
La iluminación estratégicamente ubicada en las barras de mármol, del lado izquierdo, resalta la funcionalidad y delimita las diferentes áreas del café, una iluminación suave que sigue el ritmo de las formas y nos permite descubrir el espacio en el recorrido hacia la barra de café. La luz se presenta como un elemento gentil que destaca el interior sin usurpar la atención de los visitantes. En el lado derecho la luz se convierte en escultor de formas, enmarcando las bóvedas de cuarto de esfera que envuelven a los usuarios en un ambiente íntimo.
La iluminación crea una atmósfera
La luz fue clave para crear una atmósfera que realza los detalles arquitectónicos y destaca el arte del barista sobre la barra, creando un ambiente ideal para relajarse, conversar y disfrutar del café en su esencia más pura.
Se optó por luminarios lineales con atenuación por fase para controlar la intensidad de la luz de manera precisa. Todo el control se centralizó en un panel, con escenas preestablecidas para adaptar el ambiente a distintas ocasiones. Además, se brindó la posibilidad de ajustar el nivel de atenuación para eventos específicos. Para mejorar la funcionalidad, se instalaron sensores de movimiento en los baños, optimizando el consumo de energía y asegurando una iluminación eficiente y sostenible.
Estética minimalista
Los principales retos del proyecto se presentaron con la altura del espacio, la paleta en tonos neutros y las formas con acabados monocromáticos. La iluminación desempeñaba un papel fundamental para dar volumen al ambiente. Ante esto, optamos por una solución de iluminación vertical cuidadosamente diseñada, que generó una luz gentil y sin deslumbramientos.
Esta estrategia no solo logró iluminar el espacio de manera armoniosa, sino que también realzó la estética minimalista, sobria y pura que el cliente anhelaba. La integración de la iluminación vertical en las paredes fue clave para realzar la belleza de los materiales seleccionados, creando un juego de luces y sombras que aportó profundidad y volumen al espacio.
Fuente: Iluminet