El confort visual debe ser la base sobre la que se construya un diseño de Iluminación interior adecuado, orientado a conseguir el máximo bienestar de los usuarios. Se encamina a eliminar los factores que provocan que los usuarios experimentan molestias visuales (como con el deslumbramiento, las superficies poco iluminadas, con sombras o un flujo luminoso con una frecuencia de parpadeo muy baja.
¿Qué factores intervienen en el confort visual en Iluminación de interiores?
En una buena iluminación intervienen una gran cantidad de factores, que hacen que nuestra visión sea adecuada y cómoda, entre ellas las luminarias.
Elegir luminarias con bajo índice de deslumbramiento para minimizar las molestias.
Las luminarias de emisión directa suelen tener elevados grados de deslumbramiento, especialmente si se ve con facilidad la fuente emisora de luz. Para evitar o reducir el deslumbramiento, una solución es el uso de iluminación indirecta, y tener en cuenta el espacio, por ejemplo, si los materiales son brillantes y reflectantes o son mates, ya que la luz indirecta puede reflejarse en superficies brillantes como techos, suelos o paredes y crear también un efecto de deslumbramiento.
Aplicar estrategias adecuadas de contraste de luz para equilibrar el brillo y las sombras.
Además del uso de luminarias adecuadas, es esencial analizar la ubicación de las mismas para conseguir iluminar todo el espacio de forma homogénea. La altura y la orientación de las luminarias son claves también para evitar sombras que puedan dañar la vista.
Utilizar una iluminación que cumpla las normas de seguridad fotobiológica, como la UNE 62471.
La norma UNE 62471 sirve para conocer cuáles son los niveles de radiación violeta, infrarroja y azul que son emitidas por lámparas con tecnología LED, así como el riesgo que el consumidor o usuario puede llegar a tolerar sin sufrir posibles daños a la salud ocular o en la piel.
Centrarse en la tecnología que satisfaga las necesidades del usuario y garantice el confort.
Es importante tener en cuenta que el confort del usuario está también determinado por sus preferencias o características particulares. Por ejemplo, su edad determinará el nivel de iluminación necesario, ya que una persona de más de 65 años puede llegar a necesitar hasta tres veces más de iluminación para el desempeño de una tarea que una persona menor de 25 años.
Elegir una iluminación «sin parpadeos» para obtener una emisión de luz estable y tranquilizadora.
El flicker o «parpadeo» es una variación visible, rápida e intermitente del flujo luminoso de la luz. La posibilidad de percibir este parpadeo de una fuente de luz depende de su frecuencia. Aproximadamente, el ser humano puede detectar hasta 50 cambios de luz por segundo, es decir, 50 Hz, siendo más perceptible en el rango de 10 a 25 Hz. Cuando la frecuencia supera los 50 Hz, los cambios de luz se vuelven tan rápidos que parecen una luz constante y uniforme.
Comprender y aplicar estas estrategias puede mejorar significativamente la calidad de los entornos iluminados. Tal es el caso del proyecto de la Cambra de Terrassa, donde se incluyeron diferentes modelos de luminarias de Lamp que responden al concepto de iluminación Wellbeing y cumplen con altos requisitos en control de deslumbramiento, confort visual, normativa de Riesgo Fotobiológico y Flicker Free.
Fuente: Iluminet