Tuvimos el gusto de conocer al artista argentino Ezequiel Nobili en el Festival UMBRA del 2019, donde nos deleitamos con su obra Wall Pattern Phenomena, que también formó parte de la IV Bienal de Iluminación arquitectónica de Iberoamérica. Desde entonces tuvimos el interés en conversar con él sobre su larga trayectoria en el mundo de la iluminación, hasta que recientemente pudimos charlar sobre las diversas disciplinas que han formado parte de su vida y de las cuales conforman su actual producción.
Iluminación: la potencia de la luz en el arte
La trayectoria artística de Ezequiel Nobili abarca desde la iluminación en conciertos de rock hasta la producción de objetos luminosos
La versatilidad de su carrera lo ha llevado a explorar diferentes caminos que envuelven una experiencia lumínica para cada ocasión, pues pasó de estudiar Ciencias de la Comunicación a Diseño de imagen y sonido.
Ezequiel nos narró su trayectoria en una serie de cuatro épocas, siendo School of Rock, la primera etapa que ocurrió durante la década de los 80’s. La música jugó un papel importante en la Argentina de aquella época, y el rock no era la excepción. Sin embargo, en los conciertos, se procuraba más el sonido que la iluminación, por lo que, para Ezequiel, se convirtió en un lugar de experimentación: “una manifestación artística con un sentido”.
A finales de los 80’s y principios de los 90’s, trabajó en todo tipo de eventos y de espectáculos que involucraran la luz. Por esta razón, tuvo la oportunidad de diseñar el montaje de la iluminación y de aprender las técnicas para la iluminación en las artes escénicas. Nos compartió que, al año de estar trabajando, diseñó su primer teatro para el grupo de rock argentino, Rata blanca, que es muy conocido en México.
Conforme el paso del tiempo, Ezequiel siguió trabajando en la iluminación de conciertos en Argentina, y pudo trabajar con bandas y artistas internacionales muy reconocidas, tales como: David Bowie, Bob Dylan, Madonna, The Rolling Stones, Iron Maiden, Metallica, Kiss, ACDC, entre otros. Durante cada fin de semana se presentó un artista diferente, lo cual fue bastante enriquecedor, puesto que logró aprender a dirigir la cámara y la iluminación para eventos de entretenimiento de tal escala internacional, que ofrecían diversas visiones para entender la luz.
Ezequiel transitó del Diseño de imagen y sonido a la Historia del arte, donde conoció a los artistas de la luz en distintas exposiciones a las que solía recurrir, y fue ahí donde conoció la producción de Dan Flavin.
La producción artística de Ezequiel empezó con unos objetos luminosos que no considera esculturas, pero, a través de la experimentación con el material, logró que estos objetos de luz marcaran otra etapa en su vida: El Instituto de las Artes.
Por azares de la vida migró a España, donde vivió en Mallorca, Ibiza y después en Madrid. Se enfocó en ampliar su panorama explorando la luz en diferentes posibilidades, aplicándola en distintas disciplinas. Por lo tanto, se adentró al teatro musical, a la danza flamenca, a la discoteca, a la danza de Bollywood y, por supuesto, a los conciertos.
Pasaron diez años cuando llegó al mundo de la televisión que conforma su tercera etapa: La Academia de la televisión, en donde aplicó lo que estudió en sus estudios de Diseño de imagen y sonido.
Ahora bien, le preguntamos qué significa para él el light art, dada su trayectoria y su participación en festivales como UMBRA, a lo que denomina esta otra etapa como: El arte de la luz.
Para Ezequiel, el manejo del color es fundamental para acercarse a los espectadores, ya que sus obras comunican a través de las emociones. Además, nos comentó que en la Universidad Politécnica de Madrid, hay un Máster titulado “Arquitecturas efímeras” y él imparte el taller de Luz y color, que se enfoca en la comprensión de los fundamentos básicos sobre la relevancia del color en las imágenes y cómo afectan a los humanos.
Finalmente, nos contó que actualmente está explorando sobre la memoria y el conocimiento de la interpretación de nuestra mente y los sentidos. Fue un placer haber tenido una charla tan enriquecedora que nos demostró que la luz en el arte tiene un alcance sensorial y expansivo lleno de posibilidades.
Fuente: Iluminet