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Hormigón invulnerable al paso del tiempo: ¿Es ésto posible?

Hoy las estructuras se proyectan para una cierta vida útil, en general 50 años y 100 años, Las Técnicas disruptivas en hormigón ¿podrán cambiarlo?

Hoy las estructuras se proyectan para una cierta vida útil, en general 50 años y 100 años para estructuras muy exigidas como puentes, puertos u otras similares sin necesidad de mantenimiento, por eso sería inconcebible que una estructura de hormigónpudiese mantenerse en pie por mucho más tiempo

Pues bien, a más de 2000 años de su construcción, hoy es posible ver en Italia estructuras marinas, amarraderos y viejos muelles construidos por los romanos antes del nacimiento de Cristo.

Ejecutados con un hormigón ideado por sus ingenieros, que hace que su estructura se vuelva más fuerte en vez de debilitarse con el paso del tiempo

La receta de ese mortero, establecida por Marcus Vitruvius en el 30 a.C. consistía en una mezcla de cenizas volcánicas, cal y agua de mar, mezcladas con rocas volcánicas y extendidas en moldes de madera que luego eran sumergidas en el mar.

El agua salada desencadenaba instantáneamente una reacción química caliente, la cal se hidrataba incorporando moléculas de agua en su estructura y reaccionaba con la ceniza para unir toda la mezcla, luego, el contacto continuo con el agua de mar lo iba ido reforzando a lo largo del tiempo.

Cuando fue analizado en pleno siglo XX, encontraron que el agua de mar había disuelto los componentes de la ceniza volcánica, permitiendo que crecieran nuevos minerales vinculantes.

En una década, se había formado en el hormigón un mineral hidrotermal muy raro llamado tobermorita de aluminio (Al-tobermorita)

La Al-tobermorita se puede realizar en un laboratorio, pero es muy difícil incorporarla en el hormigón. Para que se forme este componente, se necesita una temperatura muy alta.

"Nadie ha producido tobermorita a 20 grados Celsius, ¡excepto los romanos!

Después de la caída del imperio romano, se perdió la fórmula para hacer hormigón y no fue reinventado uno de igual valor hasta 1824, cuando un inglés llamado Joseph Aspdin inventó el cemento Portland quemando en un horno tiza finamente molida y arcilla hasta que era eliminado el dióxido de carbono.

Fue nombrado cemento "Portland" porque se parecía a las piedras de construcción de alta calidad que se encuentran en Portland, Inglaterra.

No es que el hormigón moderno no sea bueno, es tan bueno que se utilizan alrededor de 19 mil millones de toneladas al año. El problema es que la fabricación de cemento representa el siete por ciento del dióxido de carbono que la industria emite al aire".

El cemento Portland es la fuente del "pegamento" que mantiene unido a la mayoría del hormigón moderno, pero al hacerlo, se libera carbono de la quema de combustible, necesario para calentar una mezcla de piedra caliza y arcillas a 1.450 grados Celsius y de la piedra caliza calentada (carbonato de calcio) en sí.

Los romanos, por el contrario, usaban mucha menos cal y la fabricaban con piedra caliza horneada a 900 C o menos, lo que requería mucho menos combustible y emisiones que la fabricación el cemento Portland.

Dada la durabilidad del hormigón romano y las sustanciales emisiones de dióxido de carbono resultantes de la fabricación de cemento Portland,

¿por qué no lo hacemos más como los romanos?

No es nada fácil, la fórmula precisa que usaban para elaborar el hormigón se ha perdido, por lo que reproducirlo no es tarea sencilla.

Por otro lado, los romanos tuvieron la suerte de encontrar cenizas volcánicas en sus alrededores. No tenemos esas rocas en muchas partes del mundo, así que tendríamos que hacer sustituciones, que probablemente encarecerían enormemente el proceso

Un hormigón moderno más resistente y duradero, fabricado con menos combustible y menos emisión de carbono a la atmósfera, puede ser el legado de una comprensión más profunda de cómo los romanos hacían su increíble hormigón.

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