Be Architektur, la práctica de arquitectura suiza fundada y dirigida por Boris Egli, ha completado un interesante proyecto residencial en el que, pasado, presenta y futuro de la arquitectura helvética se unen para ofrecer un volumen icónico.
La casa granero homenaje a la arquitectura de la suiza rural
Be Architektur se inserta con elegancia en un diálogo con las construcciones agrícolas, ofreciendo una arquitectura de interpretación única y contemporánea.
Conscientes de la importancia de preservar el contexto histórico de una zona como Reppischtal, a las afueras de Zurich, dedicada desde siempre a la vida rural, Egli y su gente decidieron adoptar y reinterpretar de manera contemporánea las características típicas de un granero. Desde lejos, esta residencia se integra sutilmente con su entorno rústico gracias a su fachada revestida con madera de abeto, la misma utilizada en los tradicionales graneros suizos. El techo inclinado, diseñado con tejas típicas de la arquitectura local complementa armoniosamente todo el volumen. Para brindar un toque de autenticidad, comentan desde Be Architektur, «las ventanas abatibles se ocultan tras persianas de madera, mientras que los amplios ventanales fijos están protegidos por puertas corredizas de madera que brindan protección solar, oscuridad y privacidad. Una viga de acero sin tratar sirve como canalón, sobresaliendo más allá de la base del tejado. Se prescindió de las bajantes; el agua de lluvia drena lateralmente como una cascada».
Por supuesto, el diseño también toma en consideración la topografía del terreno. Aunque construir sobre una pendiente normalmente requiere excavación detrás del edificio y relleno en la parte delantera, los arquitectos rechazaron este enfoque y optaron por una disposición en varios niveles a diferentes alturas para seguir la pendiente natural del lugar.
Aunque esta nueva edificación no está destinada al almacenamiento y producción agrícola, sus creadores han ideado una ingeniosa manera de honrar esta función tradicional. Las habitaciones, dormitorios, baños y armarios se «anidan» en la estructura como volúmenes cerrados, apilados unos sobre otros, creando un impactante interior escultórico que ofrece una sensación de amplitud y continuidad en su diseño.
El respeto por la esencia pura y sin adornos de los graneros tradicionales se refleja en la elección de materiales. El uso de losas de concreto expuestas en el suelo y un revestimiento especial de yeso en las paredes asegura un aspecto crudo e inacabado, evocando la autenticidad de las edificaciones rurales. La combinación de concreto y yeso en todo el interior crea un efecto expresivo y singular.
Para terminar, habría que resaltar como esta obra de Be Architektur se inserta con elegancia e ingenio en un diálogo temático con las construcciones agrícolas circundantes, ofreciendo una interpretación única y contemporánea de la tradicional tipología de graneros. Con un enfoque centrado en la preservación de la historia y la creatividad arquitectónica, esta residencia en Reppischtal es un verdadero ejemplo de cómo el pasado y el presente pueden converger en una estampa encantadora.
Fuente: Experimenta