Bradbury Works, un edificio de oficinas en Gillett Square, Dalston, vuelve a abrir sus puertas tras la renovación de los 600 m2 de espacio de trabajo preexistente y la ampliación de 500 m2 adicionales, a manos del estudio de arquitectura [Y/N] Studio.
Bradbury Works: conservación de la arquitectura con valor añadido
El edificio es uno de los espacios públicos más singulares, por lo que la intervención se centró en conservar los atributos más relevantes de la arquitectura
Un nuevo espacio para el comercio
El edificio protagoniza uno de los espacios públicos más singulares de la capital, por lo que la intervención se centró en conservar los atributos más relevantes y significativos de la arquitectura, a la vez que ofrecía nuevos y flexibles espacios adaptados al crecimiento de los negocios y su diversidad.
Los nuevos locales, de 10 m2 y ubicados frente a la plaza, fueron dotados de de un frente acristalado que versatiliza el espacio comercial:
al abirlos, los locales se transorman en espacios diáfanos y en conexión directa con el exterior. Para garantizar la seguridad y privacidad, se protegen con puertas metálicas perfiladas.
Conexión con la tradición
En una búsqueda de conciliar la modernidad con la historia y tradición de la ciudad, la estructura de mampostería original de la terraza victoriana se ha conservado, restaurado y renovado, creando nuevos espacios de trabajo.
Para conectar los dos niveles, una terraza exterior cubierta proporciona acceso a la zona superior. El acondicionamiento de este área, con mesas de picnic, helechos de hoja perenne y plantas trepadoras, proporciona una atmósfera que alienta a los inquilinos a reunirse a lo largo de todo el año e interactuar con la plaza.
Gama de colores CMYK
Otra de las singularidades de la intervención reside en el diseño de la nueva señalización. La escalera y la entrada existentes se han rediseñado con los colores de impresión CMYK (cian, magenta, amarillo y negro). Con la pretensión de convertir el edificio en un punto de reunión para la cultura y el arte, la elección de estos colores define su ambición e intención.
En el resto del edificio, la gama de colores se vuelve neutro y sencilla, ofreciendo a los inquilinos un lienzo en blanco para su personalización.
Una fachada versátil
Las fachadas exteriores se recubren de policarbonato, completándose con una base y techo de aluminio perfilado. La elección de estos materiales permite crear una piel versátil y cambiante. En la distancia, reflecta la luz y de cerca permite ver la presencia de ladrillo blanco y la terraza. Durante las horas de luz, este revestimiento refleja los colores del cielo, mientras que al caer la noche, revela las actividades del interior.
La intervención de Bradbury Works refleja la conciencia por la historia arquitectónica de la capital y por las necesidades de sus inquilinos. Una transformación que aporta valor sin restárselo al edificio original, interpretando su legado y sus posibilidades en la actualidad.
Fuente: Despierta y Mira