En la localidad de Navajeda, Cantabria, se erige una vivienda unifamiliar, una casa invernadero, que dialoga con su entorno natural. Diseñada por el estudio gurea | arquitectura cooperativa, esta casa de 155 metros cuadrados combina materiales y formas que reflejan una sensibilidad contemporánea sin desentonar con el paisaje circundante.
Arquitectura: una casa invernadero con un matiz urbano
Una arquitectura de fachadas revestidas con paneles de corcho, mientras que el garaje utiliza madera, material que establecen un diálogo con el entorno.
El volumen de la vivienda es simple y compacto, presentándose como una pieza abstracta en el paisaje. Las fachadas están revestidas con paneles de corcho, mientras que el garaje utiliza madera, materiales que establecen un diálogo coherente con los árboles y praderas que rodean la propiedad. La cubierta de chapa ondulada añade un elemento dinámico, reflejando los cambios atmosféricos del cielo cántabro y otorgando a la casa una identidad especial.
Diseño y sostenibilidad
El diseño interior contrasta con la sobriedad exterior. Una galería central atraviesa y divide el volumen en dos, funcionando la mayor parte del año como un invernadero que distribuye el aire caliente a ambas zonas de la vivienda. Esta solución bioclimática no solo mejora la eficiencia energética, sino que también crea espacios luminosos y acogedores. La cocina actúa como nexo de unión entre las dos áreas resultantes, formando en planta una disposición en ‘H’ que facilita la circulación y la interacción entre los habitantes.
Construcción sostenible
La construcción de esta casa invernadero se llevó a cabo utilizando sistemas prefabricados e industrializados, lo que permitió una autoconstrucción eficiente. La estructura y la envolvente, compuestas por bastidores de madera laminada, se fabricaron en taller y fueron transportadas al sitio, donde se ensamblaron en apenas una semana. Este método no solo redujo los tiempos de construcción, sino que también minimizó el impacto ambiental y los residuos generados en obra.
Fuente: Despierta y Mira