El estudio de arquitectura AbajoGarcía, con sede actual en Madrid, firma este proyecto de carácter urbano que nos ha encantado por su inteligencia, adaptabilidad y escala humana. En una céntrica plaza de Reinosa (Cantabria), en el lugar que ocupaba el antiguo Mercado de Abastos de la ciudad, destruido en un incendio, se erige IMPLUVIUM.
Arquitectura: un lugar de encuentro bañado de luz
Este proyecto de arquitectura urbana encanta por su inteligencia, adaptabilidad y escala humana, en un lugar que había sido destruido por un incendio.
La intervención consiste en una gran cubierta, de estructura de madera contralaminada (CLT) y acabado exterior en planchas de zinc, compuesta por piezas cortadas en taller y montadas y ensambladas en obra, sobre los restos del antiguo mercado.
Cuatro cajas de servicio emergen del suelo y albergan zonas de almacenaje e instalaciones, generando un basamento pétreo, un zócalo que conecta la nueva intervención con la plaza.
La cubierta se organiza dejando un gran vacío central, a modo de patio o ágora, generando un singular y apetecible lugar de encuentro para la comunidad, de escala muy cuidada.
La planta cuadrada de este centro comunitario organiza los usos bajo la cubierta, en torno al patio central (verdadero foco del proyecto), que se hunde y se desplaza del centro, generando así zonas de diferente proporción en las zonas cubiertas y una bancada corrida para sentarse; se consiguen así zonas estanciales con sombra en verano y soleadas, a través del vidrio, en invierno.
El centro funciona como una plaza pública, cubierta y climatizada, capaz de generar y albergar multitud de diferentes actividades y encuentros. La gran variedad de situaciones espaciales, en el patio y en su entorno, alrededor del vacío o frente al edificio, genera una enorme flexibilidad en su uso.
En sección, existe una entreplanta que cuelga de la estructura principal, que genera espacios y aulas de un mayor grado de privacidad. Una celosía rodea el edificio en su parte superior, matizando la luz.
La planta baja se plantea en continuidad con la plaza, extendiendo el espacio público de ésta hacia el interior y conectando visualmente todo el edificio y el patio central con la calle. Se desdibujan así los límites físicos de la intervención y se potencia el disfrute y aprovechamiento de la iluminación natural.
Fuente: Despierta y mira