Matera, en la región de Basilicata (Italia), es una de las ciudades más antiguas del mundo y cuenta con restos de asentamientos humanos que se remontan hasta el paleolítico. Los Sassi de Matera (Piedras de Matera), que son Patrimonio de la Humanidad, conforman una hermosa arquitectura en el núcleo urbano original de la ciudad: una intrincada red de cuevas, calles, callejones y patios interiores, además de antiguas murallas, torres, almacenes, bodegas y aljibes que se han ido superponiendo a lo largo de su historia habitada y construida.
Arquitectura: Elegancia al rescate del Patrimonio.
Los Sassi de Matera son una joya de la historia de la arquitectura y Patrimonio de la Humanidad y conforman el núcleo urbano original de la ciudad.
En el corazón de esta amalgama, una estructura en desuso de más de 900 años de antigüedad que rodea un patio, se ha reinventado espacialmente y rehabilitado para convertirse en un hotel.
El equipo de arquitectura liderado por Daniela Amoroso partió de un exhaustivo levantamiento de las preexistencias, para después eliminar contaminaciones arquitectónicas inútiles y capas de pavimentos añadidas, tratando de rescatar la mampostería original de piedra de toba volcánica.
Se ha dejado al descubierto la estructura histórica, con espacios cubiertos con bóvedas, en un ejercicio de búsqueda de la esencia, de lo auténtico y puro al que se ha añadido un diseño moderno, de mínimos, cuidado, refinado y elegante.
El resultado es un lugar histórico enormemente atractivo, con una identidad única.
Las habitaciones originales, transformadas, se abren a un patio interior de dimensión doméstica, protectora y privada, que funciona como captador de luz y punto de encuentro y distribución.
Se ha apostado por una intervención sin estridencias, de espacios monocromáticos de tonos pardos. La piedra se desdobla como pavimento, pared, techo y asiento.
Las estancias se suceden unas a otras, dando lugar al descubrimiento de los distintos espacios: zonas de estar más vinculadas a la luz y al patio, zonas de dormitorio mas privadas, excavadas en la roca. Se construye con piedra local, madera, vidrio y acero.
Profundos arcos de piedra conducen a los baños, de carácter íntimo y acogedor, en que destacan nichos y cavidades que ahora contienen grandes bañeras o duchas de piedra.
El diseño interior se basa en muebles antiguos restaurados y herramientas típicas de la zona, su naturaleza de objeto desgastado hace que se adapten perfectamente a cada uno de los espacios.
Fuente: Despierta y mira