Aunque es probable que al hablar de drones nos vengan a la cabeza enfrentamientos bélicos u otros asuntos militares, cada vez es más común el uso de drones con finalidades civiles, incluso de ocio, y cada vez se les encuentran más aplicaciones en diferentes campos. En la actualidad las aplicaciones reales de los drones en la arquitectura y la construcción se limitan a la toma de datos. Son de gran ayuda para realizar mediciones, supervisar algunos trabajos en altura o recoger fotografías. Pero parece que esto puede cambiar.
Arquitectura: el uso de drones
Para los trabajos en el campo de la arquitectura Son de gran ayuda para realizar mediciones, supervisar algunos trabajos en altura o recoger fotografías.
Gramazio & Kohler en colaboración con Raffaello D’Andrea consiguieron ya en 2012 programar un grupo de drones para realizar tareas bastante más complejas, como por ejemplo construir una maqueta de más 6 metros de altura y 1500 piezas de un futuro rascacielos. Para realizar el trabajo los drones se programaron y se equiparon con dispositivos que les permitían comunicarse entre sí y saber dónde debían colocar la siguiente pieza.
Y sí, la intención es que este rascacielos se construya, en el futuro, de la misma manera que su maqueta, con drones.
En 2015 este mismo estudio de arquitectura junto con el Institute for Dynamic Systems and Control de Zurich consiguió generar una pasarela gracias a drones equipados con rodillos de cuerda.
Los drones entrelazaron toda la estructura de la pasarela y, una vez terminada, alguno de los estudiantes incluso se atrevió a darle uso.
Si bien también es cierto que estos ejemplos son solo experimentos que distan mucho de la complejidad de construir un edificio tal y como lo conocemos hoy en día, los drones aportarían muchas ventajas al proceso constructivo. Disminuirían los riesgos ya que se podrían encargar de los trabajos en altura, podrían evitar el uso de grúas y andamios y facilitarían la accesibilidad a los pequeños espacios o a las zonas de trabajo complicadas, un problema habitual en los cascos antiguos de las ciudades. Incluso podrían ser programados de manera que hubiera varios drones en la obra cada uno especializado en una tarea diferente.
Un ejemplo de ello es Apellix, una empresa que ha decidido usar los drones para tareas de mantenimiento de fachadas de edificios (Apellix Worker Bee). Los drones de Apellix van equipados con lo que se denomina un “sistema umbilical”, es decir, están conectados a una base (en tierra) por un conducto, este se conecta al dron que va equipado con una boquilla según la tarea a realizar y que le permite, por ejemplo, pintar un paramento vertical.
Fuente: Arrevol